En
nuestra sociedad de consumo es fácil llegar a ser víctimas de lo que se
considera “consumo compulsivo”: comprar por comprar, en lugar de hacerlo para
satisfacer una necesidad.
Ir
de compras se convierte en una actividad de ocio, de manera que casi no podemos
dar un paseo sin comprar nada por el camino. De hecho, a veces el lugar de
paseo es un centro comercial.
Algunas
ideas para tener en cuenta antes de comprar
-tener
claro qué es lo que nos hace falta o nos haría ilusión tener
-hacer
un repaso del armario; a lo mejor tenemos lo que queremos, olvidado en algún
rincón del armario.
Y
así podremos consumir lo justo y a gusto, comprando lo necesario y sin
despilfarrar.
ALBERTO BARRUL
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