Buscaba unos zapatos para una
gran ocasión,
aunque no necesitaba, pues
tenía lleno el cajón
En una conocida tienda de
ropa, vi unos de tacón.
Entré, me los probé y me
hicieron gran ilusión.
Pensé “estos me pueden servir
para el fiestón”
Eran unos zapatos rojos de
tacón.
Me los compré y a casa me los
llevé.
Cuando el gran día llegó,
me los puse, pero, ¡ay, qué
dolor!
De vuelta a casa comprobé,
que los zapatos rojos de
tacón
eran de duro cartón.
¡Vaya estafón!
Podría haber ido al evento
con zapatos de mi cajón.
No tenemos ninguna obligación
de hacer compras por
devoción.
Hagámoslas con mucha atención
y también con precaución.
Esta es mi opinión.
Y por ello he llegado a esta
conclusión
PURI MENCIA
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