Tenemos una responsabilidad como consumidores que
somos, también tenemos un poder ya que las empresas dependen de lo que
compremos.
El concepto de Consumo Responsable es muy amplio,
como lo es la propia actividad de consumo. Un consumo ético significa que se
introducen valores a la hora de optar por un producto u otro que necesitamos.
Un consumo ecológico es, por ejemplo, ahorrar
papel, agua, luz, reducir, reutilizar o reciclar. También son imprescindibles
la ganadería y la agricultura ecológicas, porque nos ayudan a ahorrar y sus
productos son más saludables y sanos.
Un consumidor responsable consume menos y lo que
consume es sostenible. Comprar implica una necesidad o un deseo, pero también
activa toda una serie de procesos económicos, sociales y medioambientales.
El consumidor a la hora de comprar tiene que
tener en cuenta sus posibilidades económicas reales y después elegir un
producto, no sólo por su calidad sino también si es respetuoso con el medio
ambiente.
El consumo
responsable es una actitud que también se ejerce en nuestras casas. Debemos de
responsabilizarnos como personas individuales a la hora de cuidar y mejorar el
entorno. Todo ello hace que mejore la calidad de vida del colectivo.
Mari Gutiérrez
No hay comentarios:
Publicar un comentario